viernes, 17 de septiembre de 2010

SOBRE DISCURSOS BREVES, LATEROS Y OTRAS YERBAS

Se estima que el discurso más famoso pronunciado en Estados Unidos es el que hizo Abraham Lincoln, el 19 de noviembre de 1863, llamado discurso de Gettysburg u Oración de Gettysburg, consistente en 34 líneas, que fueron leídas en dos minutos y que provocaron extrañeza en los presentes, toda vez que se pensó que sólo era el prólogo, y que hoy es repetido por cerca de 200 millones de norteamericanos, constituyendo a mi entender, además, una bella pieza oratoria, clara, precisa, concisa, sin grandilocuencia ni mayores pretensiones, pero que sin embargo, dicha en esa época, pareciera dicha por un poeta y no por un político.




ABRAHAM LINCOLN (El tío Abe).

Abrahan Lincoln
Abraham Lincoln, nacido el 12 de febrero de 1809, fue el decimosexto Presidente de los Estados Unidos, siendo además el primero que representaba al Partido Republicano, quién accedía a la presidencia por primera vez, y el que fue reconocido como un tenaz oponente a la expansión de la esclavitud en su país, ganando la nominación del Partido Republicano en 1860 y siendo elegido presidente a finales de ese año. Durante su período, ayudó a preservar los Estados Unidos por la derrota de los secesionistas Estados Confederados de América en la Guerra Civil Estadounidense. Introdujo medidas que dieron como resultado la abolición de la esclavitud, con la emisión de su Proclamación de Emancipación en 1863 y la promoción de la aprobación de la Decimotercera Enmienda a la Constitución en 1865, que precisamente abolía la esclavitud. (Additional amendments to the United States Constitution).

Ulysses S. Grant
Lincoln supervisó estrechamente el resultado de la guerra hasta su fin, en particular la selección de los mejores generales, incluyendo a Ulysses S. Grant. Lincoln movilizó con éxito a la opinión pública a través de discursos asertivos, una buena retórica y precisamente su discurso de Gettysburg es sólo un ejemplo de ello. Al finalizar la guerra, Lincoln estableció la reconstrucción, tratando de reunir rápidamente al país a través de una generosa política de reconciliación.

Su asesinato en 1865 fue el primer magnicidio cometido en Estados Unidos.




PRESIDENTES NORTEAMERICANOS ASESINADOS E INTENTADOS ASESINAR.

John F. Kennedy
Luego del asesinato de Lincoln, fueron asesinados durante su mandato James A. Garfield (1881), William McKinley (1901) y John F. Kennedy (1963). Otros cuatro murieron de causas naturales durante su mandato: William Henry Harrison murió de neumonía en 1841, Zachary Taylor de una indigestión aguda en 1850, Warren G. Harding murió de un ataque al corazón en 1923, y Franklin D. Roosevelt de una hemorragia cerebral en 1945.

Theodore Roosevelt
Nueve presidentes de los EE.UU. han sobrevivido a intentos de asesinato mientras ostentaban el cargo: Andrew Jackson (1835), Theodore Roosevelt (1912) (después de finalizar su mandato), Franklin Delano Roosevelt (1945) (al final de la Segunda Guerra Mundial), Harry S. Truman (1950), Richard Nixon (1974), Gerald Ford (1975), Jimmy Carter (1979) y Ronald Reagan (1981)









ORACION DE GETTYSBURG (Discurso de Abraham Lincoln)

“Hace 87 años que nuestros padres fundaron en este Continente una nación concebida en la libertad, y consagrada al principio de que todos los hombres nacemos iguales. Estamos ahora en medio de una gran guerra civil que habrá de determinar si esta nación, o cualquiera otra nación así concebida y consagrada, puede subsistir.

Nos hemos reunido en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a dedicar una sección de ese campo para que sirva de último sitio de reposo a aquéllos que aquí ofrendaron sus vidas para que esa nación pueda perdurar. Nada más justo y adecuado que así lo hagamos.

Sin embargo, en un sentido más amplio, no podemos dedicar —no podemos consagrar— no podemos santificar esta tierra. Los valientes, vivos o muertos, que aquí combatieron, la han consagrado en forma tal que sería inútil tratar de añadir o restar algo. El mundo no prestará gran atención ni recordará por mucho tiempo lo que aquí digamos, pero nunca olvidará lo que ellos aquí hicieron.

Cúmplenos más bien a los que vivimos el deber de consagrarnos a esa obra inconclusa que los que combatieron aquí tan noblemente adelantaron. Debemos más bien dedicarnos a la gran tarea ante nosotros, que estos venerados muertos nos inspiren una devoción aún más grande hacia la causa de la cual ellos hicieron el supremo sacrificio; que solemnemente resolvamos que estos muertos no han caído en vano; que esta nación, con la gracia de Dios tendrá una nueva aurora de libertad; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra. Ésa es la lucha”.

19 de noviembre de 1863.




VISITA DE GENERAL PERSHING A FRANCIA.

En las antípodas del discurso de Abraham Lincoln, se encuentra una versión del político francés André Pierre Tardieu, que involucraba al General norteamericano Pershing.

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John Joseph Pershing
GENERAL PERSHING.

John Joseph "Black Jack" Pershing, nacido el 13 de septiembre de 1860 y fallecido el 15 de julio de 1948, fue un oficial del ejército de los Estados Unidos., que ascendió al puesto más alto ocupado jamás en ese ejército —General de los Ejércitos— el que sólo fue igualado y a título póstumo por George Washington.

Pershing dirigió la Fuerza Expedicionaria Estadounidense en la Primera Guerra Mundial y se considera el mentor de la generación de generales que comandaron las fuerzas del ejército estadounidense en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, incluyendo a George C. Marshall, Dwight D. Eisenhower, Omar Bradley Dwight Eisenhower y George S. Patton.

También es conocido por comandar la fracasada expedición punitiva a México, en el año 1916, para intentar atrapar al revolucionario Francisco “Pancho” Villa (Doroteo Arango), lo que constituyó una gran derrota para el ejército y punto de vista de EE.UU. y una victoria popular del líder mexicano.

Incluso se ha señalado que habría sido veedor del proceso plebiscitario en el cual se definió el destino de Tacna y Arica en el año 1926, hecho que no me consta pero que me fue narrado por el Dr. Roberto Fuster, médico chileno nacido en Tacna cuando dicha ciudad estaba ocupada por tropas chilenas, y ello transcurridos más de 40 años desde que se firmó el Tratado de Ancón, mediante el cual la República del Perú cedió a Chile, a perpetuidad la provincia de Tarapacá.

Sin embargo, estudiando el tema pude determinar que, el Tratado de Ancón suscrito entre Chile y Perú estableció que se debía realizar un plebiscito para definir el destino de las vecinas Tacna y Arica.


PERSHING Y EL PLEBISCITO DE TACNA Y ARICA.

Efectivamente el General John Pershing fue árbitro en el plebiscito de Tacna y Arica, encomendado por el Presidente de ese entonces de la nación del Norte, Woodrow Wilson.

En efecto, el día l 4 de marzo de 1925 se crea la comisión plebiscito, integrada por Manuel de Freyre y Santander por el Perú, Agustín Edwards por Chile y John J. Pershing por Estados Unidos.

Existía un clima prebélico, que se respiraba en el ambiente, fundamentalmente por la mala imagen de Chile que había accedido al final de la guerra, mediante el Tratado de Ancón, a compensaciones de guerra, territorios especialmente, que hicieron por ejemplo, que en Lima, integrantes de la Sociedad Juventud Tacna, Arica y Tarapacá liderados por Carlos Jiménez Correa, José Jiménez Borja y Jorge Basadre realizaran publicaciones sobre los aspectos jurídicos del plebiscito. La comisión plebiscitaria peruana residía en la nave Ucayali que estaba frente al puerto de Arica. A bordo de dicha embarcación, además, se editaba "La Voz del Sur" suplemento del diario "La Prensa" de Lima, obvio que con el objetivo de hacer proselitismo a favor de los intereses peruanos.

En el puerto, asimismo, estaban apostadas la nave norteamericana Rochester y las naves de guerra chilenas, O'Higgins y Condell.

La campaña plebiscitaria chilena estaba liderada por Luis Barceló Lira, el General Fernández Pradel, y el destacado Obispo Rafael Edwards. En los establecimientos educacionales de Tacna y Arica los estudiantes peruanos eran obligados a llevar una escarapela chilena y cantar el himno nacional chileno. La propaganda chilena la realizaba el diario El Pacífico y diarios de prensa amarrilla, verdaderos pasquines, con un trasnochado y exhacerbado nacionalismo como El Ajicito, El Morro, El Roto, El Corvo, El Plebiscito, entre otros.

Como en los mejores y más exitosos tiempos de la Alemania nazi de la segunda guerra mundial, un grupo paramilitar chileno, conocido como Los Mazorqueros, organizó cuarteles en Tacna, Para, Pachía, Pocollay, Piedra Blanca, Cerro Blanco, Calientes y Arica. Su misión era expulsar de deichos lugares a los peruanos, pintando una cruz negra en sus casas (recordar las svásticas pintadas en tiendas y casas de judíos en la alemania nazi); incluso se negaba el derecho a adquirir víveres en muchos negocios a aquellos que eran proclives a la causa de Perú o derechamente eran de nacionalidad peruana..

Demás está decir que las efemérides patrióticas y nacionales de Perú estaban prohibidas en Tacna y Arica, permitiéndose eso sí lasa fiestas de otras nacionalidades. No obstante ello, en un acto de audacia y valor, el Comandante peruano Oscar Ordóñez ordena celebrar el día de Santa Rosa el 28 de agosto de 1925 con una misa y el izamiento de la bandera peruana. El evento fue conocido en toda la región y la población peruana concurrió a este acto que no se realizaba desde 1901.

El 21 de octubre de 1925, el delegado chileno Agustín Edwards escribe al canciller chileno que de darse el plebiscito en la situación actual, en Arica contarían con 800 votos y en Tacna con 400 votos.12

Es natural que la población peruana reclamara a través de su delegado, Manuel Portocarrero, las maniobras chilenas, específicamente hacían denuncias de intimidaciones, desapariciones y deportaciones. El delegado llevó dichas denuncias ante la comisión. En enero de 1925 el general Pershing expone a la Comisión Plebiscitaria que se han efectuado 710 deportaciones de peruanos con el concurso de la nave inglesa Ebro enviando a los peruanos al sur de Arica. El 2 de junio de 1926, el embajador estadounidense William Collier recibe la información que 250 peruanos de Tacna y Arica vivían en Santiago contra su voluntad. Las intimidaciones provocaron que otros se asilaran en la nave Ucayali, en la Delegación de límites, en Bolivia o al norte del río Sama en el Perú.12

Ante tan inaceptables maniobras, se determinó por los delegados estadounidenses el crear un Comité para recibir e investigar las denuncias, agregando categóricamente que no iban a avalar un plebiscito vicioso. El Secretario de Estado Frank B. Kellogg pide a Pershing que no aplace el plebiscito y se realice aun en condiciones imperfectas. Pershing decide no avalar el plebiscito y pide su renuncia. Parte de Arica el 27 de enero de 1926.

PANCHO VILLA.

José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido por su seudónimo Francisco Villa o el hipocorístico de éste, Pancho Villa. Fue uno de los jefes de la revolución mexicana, cuya actuación militar fue decisiva para la derrota del régimen del entonces presidente Victoriano Huerta. Originario del estado de Durango (se desconoce si era de Río Grande o de San Juan del Río), nació el 5 de junio de 1878 y murió asesinado en una emboscada en Hidalgo del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923.


PRESIDENTE FRANCES ANDRE PIERRE TARDIEU.

Como ya se dijo, el político André Pierre Tardieu, tres veces Presidente de la República Francesa, refirió alguna vez que en el año 1917, el General Pershing se encontraba de visita oficial en Francia, seguramente para resolver temas concretos relativos a la conflagración mundial, primera guerra, toda vez que las autoridades europeas divagaban y nada decidían en definitiva respecto de la Guerra. En efecto, entre los meses de Julio y Noviembre de 1917, desembarcaron en Europa aproximadamente cien mil soldados norteamericanos. Todo el clima se encontraba enrarecido por la ineficiencia, desidia y falta de gestión y resolución de políticos, ya que se entrampaba las decisiones en aspectos legales; recordemos que Josif Stalin, Winston Churchill, Charles de Gaulle, Franklin Delano Roosevelt y otros, son personajes relevantes de la Segunda Guerra Mundial.


MARQUES DE LA FAYETTE.

Encontrándose el General Pershing en Troyers, el alcalde de la localidad habló más de una hora, en un discurso alusivo al desarrollo de la Francia revolucionaria y napoleónica, con menciones al militar, político y tratadista Lafayette, esto es, aludió en su latero discurso a Marie-Joseph Paul Yves Roch Gilbert du Motier, Marqués de La Fayette, (conocido como Marqués de La Fayette o Lafayette , quién además fue general en la Revolución Americana, por lo que es considerado uno de sus héroes y de ahí la mención por el entusiasta y verborreico alcalde obligó a John Pershing a señalar a los presentes que, de seguir sin coordinación, tardaría cuatro años en juntar un millón de hombres, agregando que se había propuesto terminar la guerra antes de un año.


BREVEDAD, SOBRIEDAD Y SENCILLEZ

Es precisamente en los organismos internacionales, léase Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos, Embajadas y sedes presidenciales, en que se advierte la mayor cantidad de discursos alusivos a la convocatoria, que hacen perder la paciencia a la persona más controlada y circunspecta.

Sin embargo, ha habido escasas ocasiones en que representantes de Chile han mantenido una conducta acorde con la ocasión.

El Presidente norteamericano General Dwight Eisenhower, héroe de la Segunda Guerra Mundial, en una Conferencia celebrada en Panamá, felicitó al delegado chileno, ya que el discurso que éste último pronunció duró escasamente dos minutos. Obviamente que este es un caso inédito, raro y difícil de creer, ya que si uno lee solamente los discursos de asunción de los Presidentes de la Cámara de Diputados de Chile, de los últimos 20 años, desde Carlos Montes Cisternas, pasando por Isabel Allende, y hasta la Sra. Sepúlveda, nos encontraremos con piezas de oratoria, sencillas, poco profundas, pero lastimosamente lateras, llenas de buenas intenciones y con poca sustancia, pero que sin embargo, poco o nada tienen que envidiar a los discursos de 7 y más horas que pronuncia hasta el día de hoy el ex presidente cubano Fidel Castro.

En síntesis, en dichas reuniones se pronuncian cientos y hasta miles de discursos, con gran brillo del expositor y pocas expectativas de parte de los oyentes, lo que me hace recordar a cierto político que en representación de su país señaló que sería breve y habló más de una hora.


JEFE PIEL ROJA OJO DE AGUILA

Es por ello que es recurrente en este comentarista, recordar a ese legendario jefe indio, Ojo de Aguila, de la tribu indígena de los pieles rojas, famosos por sus hazañas y por la famosa carta que el jefe Noah Sealth (Seattle), envió al Presidente Pierce en 1855, cuando fue condenado a muerte por el ejército norteamericano invasor, y fue consultado acerca de si tenía algo que decir antes de la ejecución. Ojo de Aguila, quién heredó a los norteamericanos un gran laconismo, contestó lo siguiente: “He venido aquí para que me ahorquen y no para hacer discursos”.


JEFE PIEL ROJA NOAH SEALTH.

Estimo pertinente transcribir la carta que en 1855, el jefe indio piel roja, Noah Sealth, Seattle, de la tribu de los Suwamish, recibió del Presiudente de Estados Unidos, Franklin Pierce, ofreciéndole comprar sus tierras. El Jefe Indio le contestó al Presidente en una interesante carta, que, analizando discursos breves y lateros, me atrevo en transcribir para el conocimiento de mis lectores, y para dar realce al escrito, que a estas alturas padece de una mayor consistencia.


CARTA DE INDIO PIREL ROJA NOAH SEALTH, (SEATTLE), A PRESIDENTE FRANKLIN PIERCE.

“El Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran Jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas.

¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habeis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja.

Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el venado, el caballo, el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. “Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El Gran Jefe manda decir que nos reservará un lugar para que podamos vivir cómodamente entre nosotros. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Mas, ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros. El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras, deberéis recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y hermanos de vosotros; deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso que daréis a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que le importe. Despoja de la tierra a sus hijos sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras sí sólo un desierto.

No lo comprendo. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre de piel roja. Pero quizá sea así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el orzar de las alas de un insecto. Pero quizá sea así porque soy un salvaje y no puedo comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿Y qué clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna? Soy un hombre de piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido del viento que acaricia la cala del lago y el olor del mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos.

El aire es algo precioso para el hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento: el animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco parece no sentir el aire que respira. Al igual que un hombre muchos días agonizante, se ha vuelto insensible al hedor. Mas, si os vendemos nuestras tierras, debéis recordar que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que sustenta. Y, si os vendemos nuestras tierras, debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar al cual podrá llegar incluso el hombre blanco a saborear el viento dulcificado por las flores de la pradera.

Consideraremos vuestra oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, pondré una condición: que el hombre blanco deberá tratar a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta. He visto miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas, abandonados allí por el hombre blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que sólo matamos para poder vivir.
¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu. Porque todo lo que ocurre a los animales pronto habrá de ocurrir también al hombre. Todas las cosas están relacionadas ente sí.

Vosotros debéis enseñar a vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, debéis decir a vuestros hijos que la tierra está plena de vida de nuestros antepasados. Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñados a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen el suelo se escupen a sí mismos.

Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia.

Aún el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con el -de amigo a amigo no puede estar exento del destino común-. Quizá seamos hermanos, después de todo. Lo veremos. Sabemos algo que el hombre blanco descubrirá algún día: que nuestro Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizá que sois dueño de nuestras tierras; pero no podéis serlo. El es el Dios de la humanidad y Su compasión es igual para el hombre blanco. Esta tierra es preciosa para El y el causarle daño significa mostrar desprecio hacia su Creador. Los hombres blancos también pasarán, tal vez antes que las demás tribus. Si contamináis vuestra cama, moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes colinas esté cerrada por un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y comienza la supervivencia….


DISCURSOS LATEROS EN DISCUSION DE MONUMENTO A EVA DUARTE DE PERON.

Eva Duarte de Perón, la joven y hermosa actriz y cantante que fue amante del General Juan Domingo Perón, con quién se casó en 1945, y quién se convirtió en una política relevante en el desarrollo del peronismo, al reunir a sus •”descamisados”, la mayor concentración popular de los años 40 para revertir la prisión en la Isla de Martín García de su marido, quién siendo dirigente y Vicepresidente fue detenido, toda vez que las Fuerzas Armadas temían su poder basado en el populismo y la demagogia, incluso llegándose a postular a la Vicepresidencia del país a Eva Perón, lo que no fuer admitido por las FF.AA., ya que había fundado el Feminismo Peronista, transformándose en un real peligro, lo que hizo que se desvinculara de la política y se volcara a la acción social.

Tanto le temían los opositores, léase Fuerzas Armadas en la época, que a su fallecimiento se impidió por todos loe medios que ésta se transformara después de muerta en un santo de devoción popular, llegando incluso al extremo de secuestrar el cadáver, el que fue llevado a Italia, y posteriormente a España, de donde fue repatriado por la última esposa de Perón, la también derrocada Presidente María Estela Martínez.


MONUMENTO A EVITA PERON y ESPECTACULO PARLAMENTARIO.

La Cámara de Diputados de Buenos Aires, mayoritariamente peronista, dedicó cinco sesiones a discutir la erección de un monumento que recordara a la líder política de los descamisados y pobres de Argentina, y en ellas se pronunciaron por la extinta esposa del líder justicialista Juan Domingo Perón la friolera de 94 discursos, que fueron transcritos en alrededor de 200 páginas del Diario de Sesiones de la Cámara; además, como el autohalago y la obsecuencia es parte de nuestra naturaleza humana, los diputados se aplaudieron recíprocamente más de 1.300 veces, y por último se pusieron de pie en más de 300 ocasiones para homenajear al Libertador Perón y sancionar la erección de un monumento en recuerdo de su esposa Evita.


FINAL.

Todos los meses del año se celebran aniversarios patrios, conferencias internacionales, reuniones diplomáticas, invitaciones a sedes políticas y organismos internacionales, sesiones parlamentarias permanentes, incluidas las correspondientes lecturas de mensajes presidenciales, en ceremonias inútiles, truculentas, premonitorias de una dejadez y cansancio en los auditores, que fácilmente se podría evitar por la vía de hacer discursos sintéticos, de no más de 5 minutos y repartiendo impreso el texto a asistentes y periodistas. Allí estaríamos todos felices; pero, a todo personaje que sube a un estrado, tarima o cajón de manzanas, le seduce pasar a la historia como un hombre de convicciones profundas, que dejó huellas indelebles en el mundo que le tocó vivir, que gracias a su oratoria y poder de convencimiento produjo cambios inevitables en el devenir histórico, y que por último, ello le abre las puertas de que su nombre bautice a una calle, un sector de la ciudad, quizás un nuevo pueblo que se funde a los pies de un volcán, o por último, el premio mayor, se erija una estatua en su homenaje, por erogación popular en lo posible, y en el pedir no hay engaño, ojalá en un sitio privilegiado, de buena ubicación, en que no abunden las palomas para encanecer prematuramente la cabellera.

Está de más decir que el actual Presidente de Chile goza de un gran talento para hacer discursos, explicar cual académico a los habitantes de Chile, sus alumnos, sus grato y reiterativos deseos de progreso en el país y de que no exista pobres; loables pretensiones e iniciativas, salvo que su discurso es plano, francamente latero, con abundante reiteración de sinónimos, y finalmente, con un dejo de falta de sustancia que nos hace recordar que afortunadamente los períodos presidenciales en el Chile de hoy duran 4 años, salvo que los EE.UU. y las fuerzas armadas digan otra cosa.